Era como un árbol.
Las raíces enterraban todos los miedos.
Mis ramas guardaban los recuerdos.
Las hojas eran mis sueños y el nido
la esperanza de, algún día, volar.
Pero se secaron las raíces,
las ramas se pudrieron,
cayeron las hojas y
con ellas el nido.
Ahora cuelgo,
en lo alto, solo,