desinteresada y sin compromiso,
se ofrece a prestarte atención,
escucharte, aconsejarte,
sin apenas conocerte.
Desde la ironía, la risa y la complicidad
que puede unir a dos simples extraños
que se conocieron por casualidad
hace apenas un año.
Y te aporta, desde esa distancia,
esos buenos días que necesitas,
esa charla agradable,
esa objetividad sincera,
esa carcajada al reírte de ti misma
viéndote desde fuera.
Espero aportar lo mismo,
y ser el hombro que aguante las penas
y las convierta en sonrisas
sin importar de que sean.