También pienso que, haciéndolo, puedo llegar a sentir más felicidad que el resto solo puede imaginar.
Cuando la tristeza, el dolor, la rabia, la decepción, el desengaño, la desilusión o el vacío quieren anidar en mí, eso es lo que pienso.
Tanto siento, tanto merezco. Tanto dolor compensa el placer que puedo llegar a alcanzar.
Así que no diré "te quiero" diré "te siento", porque es eso lo que pienso.